EUROPA
PRESS
6 junio
2022
Experto
aboga por personalizar los tratamientos para lograr una huella estética
positiva
El coordinador del Grupo Español de
Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET), Miguel Sánchez Viera, ha destacado
la importancia de personalizar los tratamientos y conocer las características
del paciente para lograr una huella estética positiva.
La huella estética es el impacto que dejan en el rostro los
tratamientos estéticos. Puede ser positiva, cuando el tratamiento y el producto
empleado se adapta a las necesidades y características del paciente y el
resultado es natural y sin problemas; o negativa, cuando el producto, la
técnica o la falta de conocimiento de la realidad del paciente dejan residuos
del producto, originan una reacción anómala en los tejidos o producen un
resultado estético artificial.
"El producto que se emplea en estética no solo ha de
ser de calidad, sino que tiene que ser adecuado a las características del
paciente. Lo que puede tener un impacto estético positivo en un paciente, puede
no tenerlo igual en otro. Hay productos que persisten y producen un exceso de
reacción en algunos pacientes, no todos reaccionan igual. En ellos deben
evitarse productos persistentes como la hidroxiapatita cálcica o ácidos
hialurónicos muy modificados en laboratorio", ha dicho el doctor.
En este sentido, ha insistido en la importancia de
personalizar los tratamientos, conocer las características del paciente, su
piel, su genética, y también su estructura facial y en qué punto se encuentra
en su proceso de envejecimiento. "Los tratamientos de Dermatología
Estética temporales y bien aplicados y en las manos correctas (las del
dermatólogo) suelen tener efectos positivos a largo plazo", ha zanjado.